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#pensarparatransformar Por Martín Inzunza Tamayo BCS: El extractivismo pesquero

#pensarparatransformar Por Martín Inzunza Tamayo
BCS: El extractivismo pesquero
 
El extractivismo pesquero no es otra cosa que la pesca incontrolada de especies marinas. Una gestión-visión extractivista es una violencia sistémica que impacta negativamente en los ecosistemas marinos, convirtiendo al mar en un espacio de sacrifico. Un proceso de saqueo o depredación sostenido por determinadas omisiones regulatorias, ausencia de autoridades, o falta de educación ambiental, o la combinación de los tres factores. “Nuestro mar. Historia ambiental del Golfo de California -1830/2022- “, Michelin Cariño, Wendi Domínguez, y Graciela Tiburcio. Una disculpa maestras por esta síntesis del concepto extractivismo, para los fines de esta reflexión.
Anualmente, alrededor de 200 barcos pescan en aguas marítimas sudcalifornianas, son camaroneros -acaba de iniciar la veda del camarón-, sardineros o atuneros, o sepa Dios que otra pesquería. Nada se puede hacer, digamos que jurídicamente, porque todos o casi todos traen permisos de pesca en aguas de jurisdicción federal del Océano Pacifico. Ni CONAPESCA, ni PROFEPA, pueden hacerles algún señalamiento porque traen “permiso”, una amplia permisividad porque no hay manera de realizarles una profunda inspección de sus artes de pesca.
Tampoco sabemos si son dos mil o hasta ocho mil toneladas mensuales de sardina o alguna otra especie como el pámpano, las que son “quemadas” por las industrias de harina de pescado establecidas en San Carlos y López Mateos. Una proteína para la industria del huevo -huevos con Omega 3-, la crianza de caballos, o el alimento para gatos. Menos sabemos el daño causado a la cadena alimenticia -nivel trófico- en aquella productiva zona de pesca.
Estas harineras de pescado estaban en Ensenada, pero migro la sardina hacia California, y se bajaron hasta Santa Rosalía, y ahora están acá en Comondú. Dicen los que saben que, se fueron acabando este pelágico pequeño, extraído todavía más pequeño que 15 centímetros.
Las almejas loretanas, sabrosas en tatema o en escabeche, ya no quieren deleitarnos con la abundancia de años anteriores, quizás prevaleció una práctica extractiva extenuante que -dicho elegantemente- colapso a la especie o seria un castigo del cielo, por aquello de establecer una cuota y poderla extraer todo el año, algo maleficio.
9 inspectores de CONAPESCA para 2 mil 220 kilómetros de litoral sudcalifornianos. Tan solo en Guasave -Sinaloa- que tiene 50 kilómetros de litoral, cuenta con 10 inspectores de CONAPESCA y solo 3 trabajan, dicen allá. Un dato que refleja las prioridades, una política de atención que debe cambiar.
“Se ha establecido la costumbre de explotar los recursos pelágicos o bentónicos hasta límites de, prácticamente su agotamiento…Este patrón de comportamiento, favorece el desarraigo y la falta de interés por mantener -conservar- existencias adecuadas que permitan producciones sustentables de dichos recursos. Adicionalmente se crea una fuerte presión social sobre las autoridades, lo que impide que en la práctica se respeten los límites de esfuerzo pesquero establecidos como convenientes…” Estudio del Potencial Pesquero y Acuícola de Baja California Sur”, editores: Margarita Casa Valdez y German Ponce Díaz. Foro realizado en la UABCS los días 18 y 19 de abril de 1996 -hace 27 años-.
Esta visión extractivista que provoca un patrón de comportamiento depredador se ha agravado en la actualidad, en grado de poderosos intermediarios muy ricos y trabajadores del mar en situación precaria por carecer de seguridad social o de plano estar en algún tipo de pobreza.
“Las evaluaciones del Instituto Nacional de Acuacultura y Pesca -INAPESCA-, expresadas en la Carta Nacional Pesquera, confirman que el 90% de las pesquerías que se realizan en el estado han llegado al máximo sustentable; en consecuencia, la recomendación general del Instituto es no incrementar el esfuerzo pesquero actual…Lo relevante aquí es promover la reconversión de las actividades de pesca comercial hacia la pesca deportivo-recreativa como una alternativa real de ocupación, generación de ingresos y, al mismo tiempo, disminuir la presión del esfuerzo pesquero que se aplica a las pesquerías tradicionales…Líneas de acción: 2.1.3. Fortalecer las acciones de inspección y vigilancia de los recursos pesqueros y acuícolas. Indicadores: Número de recorridos de inspección y vigilancia realizados”. Plan Estatal de Desarrollo, Baja California Sur 2021-2027.
La solución más conveniente para Baja California Sur y su vocación turística y de gastronomía del mar, dicen los que saben, es la de establecer la gran reserva de la biosfera que proteja todos nuestros mares con un polígono de 50 millas mar adentro de la pesca industrial y solo se permita la pesca comercial ribereña, la pesca deportiva ribereña, y la pesca deportiva de alta gama. Otra seria la regionalización de los permisos pesqueros, determinándose las zonas de pesca.
De todas maneras, ambas soluciones, requieren control de los esfuerzos pesqueros -comerciales y deportivos-, y la vigilancia e inspección pesquera seguirá siendo el instrumento necesario para una administración eco-productiva de nuestros mares.
Podemos cambiar nuestra conciencia extractivista y de abuso sobre los recursos pesqueros, para inaugurar otra época de mayor gratitud y responsabilidad hacia el mar, y capturar, pensando en nuestros hijos y las generaciones venideras, antes de que ya no haya nada que pescar.
 
 
 
 
 
 
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