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Micrópolis Por Bertoldo Velasco Silva – ¿Regresamos a nuestros hijos a clases presenciales este 30 de agosto?

Micrópolis Por Bertoldo Velasco Silva

 

¿Regresamos a nuestros hijos a clases presenciales este 30 de agosto?

 

 

Está de pensarse. Para reflexionar. No es una decisión que se deba tomar a la ligera, si los padres de familia, deciden enviar a sus hijos a clases presenciales (híbridas o no) a partir del 30 de agosto próximo, tal y como lo ha anunciado ya en varias ocasiones el Presidente Andrés Manuel López Obrador. Eso, dependiendo del Semáforo de Alertas Sanitaria y lo que diga, en el caso de nuestra entidad, que se supone es autónoma en sus decisiones, el Comité de Seguridad en Salud.

Sobre todo si tomamos en cuenta que ayer, se registraron 24 mil 975 nuevos casos de contagiados por el coronavirus en el país y se sumaron 608 defunciones, tan solo en un día. En Baja California Sur, ayer, las cifras eran de 169 casos sospechosos de Covid con 1,266 activos, lamentablemente 2,212 defunciones, 47 mil recuperados y 50 mil 478 acumulados, A nivel nacional, las cifras son escandalosas: 483 mil 340 casos sospechosos, 3 millones 19 mil 696 casos confirmados, 246 mil, 317 defunciones, según cifras oficiales. Esto, solo para darse una idea de lo que ha provocado este bicho que se ha transmutado en varias cepas.

No es que estemos a priori en contra de lo que diga el presidente de la República, cuando hemos conocido casos concretos de que las personas que ya están vacunadas con las dos dosis respectivas de la vacuna antiCovid, han caído en confinamiento por Covid y han fallecido. No se diga de los que apenas cuentan con una sola aplicación, y en el peor de los casos hasta menores de edad que han padecido el contagio y han fallecido.

Mención aparte, merece el que todos los recién nacidos y hasta los menores de 18 años, no han recibido ni se ve fecha cercana para que se les aplique el antiviral.

¿Cómo entonces enviarlos a clases presenciales a partir del 30 de agosto?

En el caso de Baja California Sur, actualmente en semáforo de Alerta Sanitario está en color naranja, no vemos que por decreto baje al color verde que sería el idóneo para el regreso a clases presenciales. Pero si este escenario se presente, existe el gran inconveniente, y hay que decirlo, que los edificios escolares, abandonados desde marzo del año pasado cuando se decretó el confinamiento por el surgimiento del coronavirus, se encuentran en mal estado y se requerirá, según informes, más de 74 millones de pesos para dejarlos en condiciones de ser ocupados por los alumnos.

Sin embargo, basta decir que debido al cambio de gobierno, que esta en un proceso de entrega recepción, por los gobiernos saliente y entrante de Carlos Mendoza Davis a Víctor Castro Cosío, mantiene las finanzas totalmente cerradas y solo está cubriendo los pagos pendientes a empresas constructoras, en tanto que la nueva administración, va a tomar “las riendas del poder” hasta el 10 de septiembre, y a eso, hay que agregarle el tiempo que tendrán que destinar para conocer los presupuestos y realizar los cambios de las firmas.

Este punto, es solo uno. El otro, es que en tiempos normales, la Secretaría de Educación Pública, a pesar de tener presupuestado gastos para la limpieza de los centros educativos que deberían entregar en todos los edificios escolares, nunca los entregó, y se desconoce el destino de esos recursos, mismos que tienen que poner de su bolsa los padres de familia con sus respectivas cuotas anuales (ojalá y muchos padres irresponsables entiendan para qué sirven las cuotas bien administradas por los respectivos patronatos escolares), y que servían también, para pintar los inmuebles, arreglar los baños, las cisternas, los bebederos y hasta el cerco perimetral. (Esto lo escribo, porque estas aportaciones las hemos hecho los padres de familia que queremos que nuestros hijos estén en instalaciones adecuadas).

Si en ese sentido la SEP nunca entregó los recursos para la limpieza de las instalaciones escolares como las escobas, trapeadores, jabón, desinfectantes, y otros como papelería o fotocopiadora, ya me imagino, que tampoco podrá con el paquete de instalar todo lo referente al protocolo sanitario como son los geles, jabón antibacterial, y sanitizantes, entre otros.

Cierto, la economía es fundamental para no detener la actividad productiva, y es factor importante en la toma de decisiones, pues ya se sabe de los resultados de un confinamiento total lo que ha costado la pérdida de empleos, miles de millones de pesos en pérdidas, cierre de empresas y una lentísima recuperación financiera. Y lo que ha provocado el coronavirus, muchos miles de decesos, miles de familias enlutadas, y la suma de más de 3 millones a la extrema pobreza.

Sin embargo, la propuesta presidencial ha recibido pro y contras. Los que están a favor, indican que los estudiantes deben regresar a clases presenciales, pero por etapa o en su defecto un regreso “híbrido”, es decir, una parte presencial y la otra que siga como está recibiendo su instrucción mediante redes sociales o la televisión, porque consideran muy necesario.

Los que están en contra, aducen que ningún menor ha sido vacunado. Igual aquellos jóvenes menores de 18 años. En tanto que el personal docente y administrativo, si lo está. Luego entonces, es un conflicto que ha sembrado la duda, la incertidumbre que como padres de familia se hacen: ¿Bajo estas condiciones enviaré a mis hijos a clases presenciales?

Probablemente si regresan a clases, no se den cuenta quien de todos los estudiantes sea asintomático, que pueda portar el virus pero no tiene la enfermedad pero si puede contagiar a otros y de ahí se viene la cadenita y esta llegue a los padres, o a las personas adultas que cuidan a los hijos o nietos.

Si el presidente de la República tiene la intención de que todos los estudiantes regresen a clases presenciales a partir del 30 de agosto, se deben tomar todos estos factores, y como en el caso de la consulta popular, también debería consultar a los padres de familia y respetar la autonomía de las entidades federativas donde el Comité de Seguridad en salud, determine lo conducente, lo aplicable y sobre todo, que sea seguro para los estudiantes sin incrementar los contagios como se dio en esta tercera y cuarta oleada.

Lo que no es aceptable, es la carta responsiva que envió la Secretaría (federal) de Educación Pública, para que si hay ese regreso a clases presenciales, sean los padres de familia los que se hagan responsables de sus hijos en caso de algún contagio, cuando la obligación es del gobierno federal, la salud de todos los mexicanos, incluyendo la aplicación de la vacuna antiviral, y hasta en tanto esta no se aplique a todos los menores de 18 años, queda la duda: ¿Enviaremos a nuestros hijos a clases presenciales a partir del 30 de agosto?. Por este motivo, planteamos la siguiente interrogante que esperemos nos pueda responder esta breve encuesta, USTED, ESTIMADO LECTOR: https://survey.app.do/encuesta-de-analisis-3236483

Ahora, que si regresan a clases presenciales, el mismo gobierno federal dispuso de 10 acciones para cubrir el protocolo anticovid:

1.- Crear un «Comité Participativo de Salud» en cada escuela, que puede ser integrado por maestros y padres de familia.

2.- Establecer un filtro sanitario en casa para que cualquier síntoma sea primero detectado en el hogar y, en caso de haberlo, que la niña o el niño no asista a la escuela. Si un niño tiene un síntoma deberá avisarse a Educatel. Al momento de llegar a la escuela se verificará que las niñas y niños tengan cubrebocas a lo que la secretaria se refirió como «segundo filtro». Y el que maestras y maestros tomen temperatura de todos los alumnos una vez que ya estén al interior de las aulas. Lavado de manos, sana distancia y patios para clases.

3.- La tercera medida es lavado de manos frecuente para los alumnos.

4.- La cuarta medida es el uso de cubrebocas permanente dentro de las escuelas.

5.- La quinta es mantener sana distancia.

6.- La sexta es dar mayor uso a espacios abiertos, de manera que en algunos casos los patios podrán ser usados para dar clases.

7.- En la séptima norma, las ceremonias y reuniones generales deberán ser suspendidas para evitar las conglomeraciones de personas al interior de las escuelas.

8.- La octava medida consiste en que cualquier síntoma al interior de las escuelas debe ser reportado inmediatamente.

9.- La penúltima medida no es para evitar contagios y tampoco es obligatoria, pero es una invitación para que maestras y maestros se inscriban a “cursos de apoyo socioemocional” en línea a través de SEP-Salud, en la dirección climss.imss.gob.mx., y

10.- La última medida es que los padres de familia, deberán firmar una carta compromiso para autorizar que sus hijas o hijos acudan a clases. Aquí está el meollo del asunto. La responsabilidad recaerá en el padre de familia. ¿Y en caso de contagios y defunciones?

Aquí es donde la puerca torció el ambo, y por eso decimos que este gobierno, es de culpar a otros y tener cero responsabilidades, y como dicen por ahí: “como siempre, seremos nosotros quienes terminaremos cuidándonos, porque para estos, ni el cubrebocas sirve”.

 

 

 

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