Micrópolis Por Bertoldo Velasco Silva – ¿Bonos o ahorros?

Micrópolis Por Bertoldo Velasco Silva

¿Bonos o ahorros?

Cuando una instancia gubernamental no cumple con uno de los principales requisitos como lo es la transparencia en el manejo de los recursos financieros, producto del pago de los impuestos de los mexicanos y de los sudcalifornianos en particular, se dan casos de corrupción o en su defecto engaño, o en el mejor de los casos, asuntos mal explicados, pero todo hace suponer y pensar en lo primero, producto del abuso del poder.

Mucho se criticó a los diputados de la pasada legislatura, y la mayor parte de las veces, con justa razón. Los actos de corrupción, fueron evidentes. Primero, el falso pago de los 337 mil pesos. Salió el cheque de la caja de la tesorería del Congreso, se cambió el documento en la institución bancaria adjunto al palacio legislativo. El dinero nunca llegó al empresario, pero como se hizo público el documento, volvió a salir otro cheque para el pago y volvió a salir un tercer cheque por la misma cantidad para un auto préstamo. Es decir, no fueron 337 mil pesos los que pagó el congreso con dinero del pueblo, se pagó tres veces esa cantidad, pero los 674 mil pesos restantes, nadie sabe dónde quedaron.

El segundo acto de corrupción, fue el asunto de la cuñada de un diputado, este de Morena, que le factura al congreso cerca de 2 millones de pesos en productos de oficina como de equipos de cómputo, con facturación consecutiva. Es decir, se cometió un delito fiscal, además de lo concerniente a la Ley de Responsabilidades de los funcionarios públicos de no hacer negocio con familias hasta el quinto grado de consanguineidad. Las copias de las facturas con numeración consecutiva, también se hicieron públicas. Sin embargo, esa cuenta siguió creciendo y no hubo un freno a esa corrupción.

En septiembre del 2020, se le extiende un cheque por la cantidad de ,medio millón de pesos al entonces diputado Rigoberto Murillo Aguilar, documento que también se hizo público, pero en su defensa, según él, “fue producto de la caja de ahorro”, es decir, durante un tiempo dijo que le estaban restando de su jugoso salario de 300 mil pesos una cantidad para acumular lo que se auto retiró, porque este legislador, era el presidente de la Comisión de cuenta pública del Congreso.

Ese mismo año, la entonces diputada Perla Flores voló a París, Francia, viajando en primera clase, y el costo del transporte aéreo fue liquidado con recursos financieros, producto de los impuestos de los sudcalifornianos. Ante la evidencia de la póliza del pago a la agencia de viajes, la exlegisladora dijo que lo pagó de su “cuenta”.

Así como es ex legisladora, hubo otro legislador Ramiro Ruiz Flores, quien con recursos del congreso, o sea del pueblo, pagó viajes de su familia al interior del país, sin justificación alguna. También se dieron a conocer en su momento. Por cierto, este ex legislador, no presentó en los tres años que estuvo como disque diputado, su declaración anual de intereses ni su 3 de 3, de acuerdo al portal de internet del propio Congreso del estado, donde solo aparecen las declaraciones de 19 de ellos.

Pero recientemente, y para ser más precisos, el exdiputado Héctor Manuel Ortega Pillado, de extinto partido encuentro social, recibió un cheque de la Tesorería del Congreso del estado por la cantidad de 1 millón 680 mil 847 pesos con 37 centavos. Que según explicaciones no pedidas, dijo que fue producto de sus aportaciones al fondo de ahorro y que esa cantidad fue la que se acumuló en el tiempo que estuvo “ahorrando”.

Como todo buen mexicano, pienso mal, y como un Servidor, muchos más. Cuando sabemos que los diputados de la pasada legislatura se la pasaron haciendo nada y cobrando un jugoso salario de 300 mil pesos mensuales (entre salario y prebendas, más prebendas que salario), cuando miles de sudcalifornianos perdieron su empleo, muchas empresas hubieron de cerrar y despedir a su personal por falta de apoyos financieros, como consecuencia de la pandemia causada por el coronavirus, y estos diputados sin despeinarse, recibían esa extraordinaria cantidad, y peor aún, recibiendo bonos de fin de año, por esa cantidad, que suponemos, recibieron los 21 integrantes de esa penosa legislatura.

Cómo pensar que fueron esos recursos recibidos de más de millón y medio de pesos producto de los ahorros de un año, cuando esa legislatura faltó a lo más importante, el manejo transparente de los recursos financieros. Cómo creerlos cuando no desquitaron en mínima parte, el salario de cobraron como diputados cuando le fallaron rotundamente a los sudcalifornianos y fueron una piedra en el zapato y un obstáculo para el desarrollo económico, político y social de Baja California Sur, y todavía se gratifican pagándose cantidades exorbitantes a los ojos de miles de sudcalifornianos que durante estos año y medio, desde que surgió el coronavirus, se las vieron negra por falta de ingresos.

No, no les creemos que esas cantidades que superan el millón 680 mil pesos, sean producto del fondo de ahorro. Y estos casos son los que deben analizar los actuales diputados, para que esos asuntos tan delicados e incongruentes con la política de austeridad que es la máxima del Presidente López Obrador, queden en la impunidad y se castigue como debe ser. No podemos permitir que gente improductiva como esos diputados de la XV Legislatura, se hayan gratificado de una manera tan insultante para el pueblo sudcaliforniano.

Ante todo esto, Usted Estimado Lector, qué opina, ¿Cree que esos cheques por las cantidades que aparecen son producto del fondo de ahorro o de un bono de fin de trienio legislativo? ¿Qué sudcaliforniano tiene capacidad de ahorrar en un año 1 millón 680 mil pesos? Esa, es la clase de políticos que no se merece un pueblo, engañarlo y lo peor, llevarse sin justificación algunas esas deshonrosas cantidades de dinero.

Micrópolis. Hay fuertes rumores de que ciertos diputados de la actual legislatura, sobre todo de Morena, renuncien a la fracción y declararse “diputados independientes”, luego de ser mal tratados, por lo que acusan “discriminación racial”. Nada tuvo que ver con los consensos, los acuerdos, pero si la civilidad política, ya que los diputados, Eufrocina López Velasco y Juan Pérez Cayetano, y uno más, que forman parte de esa “acción afirmativa” de los espacios a los grupos indígenas y afromexicanos, que pretenden salirse de la fracción, pero seguir siendo morenista, ante ese mal trato hacia ellos.

Estamos en el Siglo XXI y no podemos ni debemos tolerar a políticos que aún, siguen pensando en la lucha de clases ysobre todo, que practiquen esa odiosa discriminación racial.  En Baja California Sur, hay grupos indígenas y afromexicanos que merecen respeto como Usted o como yo, y es lo que menos se les pide a nuestros legisladores.

Esto mismo sucedió con la entonces diputada Sandra Moreno en la pasada legislatura, a quien le dieron ese trato de “Juanita”, que aunque nunca lo hizo público pero si a través de ciertos compañeros suyos, a quienes exigió respeto como mujer y como legisladora, en su momento.

Lo mismo exigen estos tres diputados que vieron en la mayoría morenista, no un grupo de compañeros y amigos, sino a un grupo de titiriteros, pero con esta denuncia de hechos que realizaron, esperan que o modifican su manera de ser hacia ellos o se vuelven diputados independientes, por lo que mucho perdería la fracción morenista.

Y en este sentido, tiene que tejer finito el profesor José María Avilés, líder de la fracción morenista y al mismo tiempo, presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso, donde no deben existir problemas de clase, o de razas, o niveles económicos. Los diputados que ya expresaron ese malestar lo único que exigen es respeto hacia sus personas y a lo que representan, y exigen también, que esa soberbia con la que llegaron algunos, le bajen dos rayitas a su volumen.